martes, 18 de enero de 2011

Siddhartha

La encargada de presentar el libro de hoy ha sido Rosario, y lo ha hecho con una envidiable tranquilidad, una sosegada elocuencia que nos ha transmitido perfectamente las singularidades de la lectura.

En el posterior debate ha habido algún punto en común, todos entendemos el río-maestro de Siddhartha como una imagen de la propia vida, del cauce que siempre es el mismo, a pesar del agua que va cambiando, y que nos lleva al inevitable final, pero en lo que ha habido posturas divergentes ha sido en la apreciación del libro leído en la juventud o adolescencia, o en años posteriores, para algunos ha ganado con el tiempo, para otros, entre los que me cuento, no es que el libro haya perdido, hemos sidos nosotras las que hemos perdido inocencia, espiritualidad, y hemos ganado escepticismo, lo que no quiere decir que hayamos perdido el idealismo, pero ahora es otro, como otro es el agua del río que, en su recorrido, va añadiendo afluentes que en su nacimiento no tenía.

Interesante, como era de prever, la intervención de Vicente, defendiendo el idealismo sobre la materia, la búsqueda permanente del mejoramiento individual, y curioso su modo de ver un paralelismo entre el "om" hindú, y los "orgasmos religiosos" de santa Teresa de Jesús.

Igualmente interesante el punto de vista contrario, según el cual el hecho de ayunar, esperar y orar, en nada ayuda al resto de la humanidad, aunque por lo menos tampoco perjudica.

En resumen, lo que sí es cierto es que cada uno debe buscar su propia felicidad, y de nada le sirve la experiencia ajena, lo que otros le intenten enseñar, lo que hayan vivido, porque todos somos únicos y diferentes, y no nos satisfacen las mismas cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ha sido para mí muy enriquecedor los comentarios sobre Sidharta yo solo recordaba la parte que se retira en busca de la iluminación.siempre lo he considerado para los momentos de busqueda, cuando uno está preparado para asimilar aquello que te quiere transmitir.