Un cambio de última hora nos lleva al Camino, lo que ha hecho que algunas pongan cara de asombro y lleguen a preguntar: "¿Pero de qué narices estamos hablando?".
Bien, poco hay que decir del magnífico escritor que pinta con palabras una España que todavía muchos de nosotros hemos llegado a vivir, tal vez más aquellos cuya infancia ha transcurrido en algún pueblo, y que por consiguiente no se sorprenden con temas hoy en día tan absurdos como la censura de las películas o la estricta, y a menudo hipócrita, moralidad cristiana.
Delibes hace una radiografía de un pueblo, y de sus habitantes, y un canto a valores que tal vez actualmente sean difíciles de encontrar, como la amistad por encima de todo, amistad encarnada en Daniel el Mochuelo, un chaval al que su padre va a enviar a estudiar a la ciudad, y a través de cuyos recuerdos vivimos toda la historia: su adoración hacia el amigo mayor, más fuerte y más valiente, por el cual se ve capaz de afrontar cualquier riesgo; su admiración por el padre de dicho amigo, igualmente fuerte y, para él, ejemplo de lo que tiene que ser un auténtico hombre; su primer amor hacia una muchacha mayor que él, que es lo único que le hace desear estudiar y "ser alguien", para poder merecérsela, etc.
Un personaje sobresaliente es la Guindilla mayor, una mujer fea y arisca, perseguidora del pecado en todas sus formas, que llega a afirmar que Dios se ha llevado a una de sus hermanas porque era una inútil que no servía para nada, y a decir que la otra está peor que muerta por haberse escapado con un amante, y que sin embargo finalmente sucumbirá al amor cuando este se cruce en su camino.
En fin, acabar diciendo que quien quiera puede leer, o añadir sus propios comentarios sobre este libro en la página habilitada para ello (senegalvalencia.blogspot.com), que vale la pena leerlos, como vale la pena leer el libro quien no lo haya hecho todavía.
M.J.