martes, 26 de abril de 2011
A FUEGO LENTO
martes, 19 de abril de 2011
Microrrelat d' Amparo de la Torre, guanyador de la categoria "primers escriptors"
Microrrelat d' Enrique Mascarell, segon premi del concurs (en castellà)
Microrrelat de Carmen Veres, guanyador del concurs (en castellà)
-¡Tengo que ir al “cole”!
Y María sonreía cada vez que lo decía.
-¡Tengo un montón de deberes!
Y María volvía a sonreír al decirlo.
Le encantaba ir a la escuela y esos pequeños detalles que se la recordaban: el aroma del lápiz cuando le sacaba punta, el olor de los libros nuevos, los bolis de tres colores que utilizaba para subrayar...
- Mañana tengo un examen...
Y no podía evitar esas mariposas que le cosquilleaban en el estómago y el susto que le entraba al recordarlo...
- Mamá, si apruebas mañana el examen de mates... ¡te llenamos de besos!
Y María volvía a sonreír feliz de poder ir al “cole” por fin a la vejez.
Microrrelat de Mª José Fernández, guanyador del primer premi (en valencià)
Sense necessitat de llegir les paraules escrites que se sabia de memòria, que sa mare mai va poder desxifrar per no saber llegir, i que, de totes maneres, no li havien servit de res, excepte per a donar a la seua filla el coratge d´aprendre, va colpejar amb el martell la taula mentre pensava: “va per tu, mare”, i es disposà a pronunciar la seua primera sentència judicial.
Programació de l'últim trimestre
10 de maig: El tragaluz, Antonio Buero Vallejo.
Taller de lectura dramatizada
Vint-i-quatrena lectura: "La casa de Bernarda Alba" de Federico García Lorca
Crónica de El Profeta
Según Vicente, que ha sido el protagonista del día, y a través de él del libro que expone, somos un producto de Dios, y al mismo tiempo lo llevamos dentro de nosotros, formando un todo.
El libro expone distintos temas, entre ellos el de los hijos, asegurando que no son de los padres, sino una llamada de la Vida a sí misma, lo que Rosario ha expuesto asegurando que la vida es así, que "los bichitos buscan a las bichitas para perpetuarse".
Hablando de la alegría y la tristeza, según Vicente hay una especie de balanza entre ambas, y hay que lograr el justo equilibrio. Según Rosario, cuando estás triste te aguantas, y cuando estás alegre tienes que disfrutar a tope. Según Maxi, cuando está alegre sabe que en algún momento dejará de estarlo, pero eso no le amarga el presente... en fin, gustos para todos; yo creo que el ser humano no está predispuesto a la tristeza, tendemos a ser felices incluso en los peores momentos, y en ocasiones nos obligamos a sentir más pena de la que en realidad sentimos porque consideramos que es nuestro deber, o porque se lo debemos a alguien, pero en cuanto nos descuidamos, volvemos a reír.
En cuanto al matrimonio, para Vicente el libro defiende la igualdad entre hombre y mujer, aunque para mí frases como: "compartir vuestro pan, pero no comáis de la misma rebanada", o "llenaos la copa el uno al otro, pero no bebáis de una sola copa", pues como que no acaba de gustarme, acepto que cada uno tenga su propia personalidad y su propio espacio, pero que puedan juntarlo siempre que les apetezca, y beber de la misma copa cuando quieren, o cada uno de la del otro, ¿hay algo mejor que meter la cuchara en el postre del otro, o beber un trago de su vino?
Leí este libro, y varios más del mismo autor, en mi adolescencia, en mi principiante búsqueda de la verdad, o del yo misma, pero en la actualidad me parece algo obsoleto, y a pesar de la exposición, no tengo intención de releer nada suyo.
M.J.
miércoles, 13 de abril de 2011
Vint-i-tresena lectura: "El profeta" de Khalil Gibran
martes, 12 de abril de 2011
Comentario de "La ciudad feliz"
El título del libro parece ser una ironía, en un argumento en el que priva la infelicidad de los protagonistas, aunque en realidad es el nombre del restaurante donde transcurre parte de la historia que muestra las diferencias de dos mundos, de dos culturas, la nuestra y la oriental: un niño chino que se tiene que enfrentar prematuramente a la vida, al hecho de que nadie parece quererle por lo que es, por sí mismo, y una niña occidental que parece ser acechada por un vagabundo, aunque en realidad es ella la que le persigue a él, no sabemos muy bien con qué intenciones.
Como casi nadie se había leído el libro, solo ha surgido un pequeño debate entre la propia Pepa y otra de nuestras contertulias, debate que ha tenido que ser frenado por nuestro moderador, dado que ninguna de las dos parecía dispuesta a ceder.
Bien, ahora tengo el libro en mis manos, y procederé a su lectura, diseccionaré sus páginas, y me entregaré al placer de su redescubrimiento.
M.J.
martes, 5 de abril de 2011
Vint-i-dosena lectura: "La ciudad feliz" d'Elvira Navarro
Crónica de la Antología de Machado.
"Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor".
Me parece adecuado comenzar con esta frase del propio poeta, y a partir de aquí, ¿qué? Todo el mundo conoce alguna poesía suya, bien porque lo haya leído, bien porque lo haya escuchado en las canciones de Serrat, y es porque su poesía nos es cercana, asequible, es fácil de leer, de entender, sencilla y que llega a todos los corazones, tanto en los poemas que dedica al amor, como al paso del tiempo, como a la propia tierra... es el verdadero poeta del pueblo y para el pueblo, que coge la sabiduría popular y la devuelve envuelta en un pañuelo de flores y mariposas, y no importa que la gente no le conozca, porque está en todas las bocas, ¿quién no ha dicho alguna vez: "la primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido", ha cantado su conocida Saeta, o ha seguido la estela del Caminante?
El nunca persiguió la gloria, ni intentó dejar en la memoria de los hombres su canción, pero la gloria le ha perseguido a él, y su memoria perdurará mañana como hoy, ¿puede ser de otra forma, cuando ya a punto de morir, en su propia mano escribió un último poema? ¿le preguntó a la muerte si era un sueño? ¡Quién sabe si despertó!
M.J.