martes, 1 de febrero de 2011

Crónica de Ensayo sobre la ceguera.

En el país de los ciegos, el tuerto, o en este caso la única persona que ve, no pasa a ser el rey, sino la esclava de los demás, la que les tiene que ayudar en todo, dirigir como puede, y ayudar, hasta que el peso de tanta responsabilidad la hunde y sólo el "mejor amigo", la persona canina, puede ayudarla a sobrellevarlo con su dulzura, con su ternura, con su amor incondicional.

A pesar de haber intentado reflejar todo lo de bueno que tiene este libro, que es mucho, me temo que la mayoría de los presentes se ha quedado más tanto con la parte negativa y cruel, como con la dificultad de leerlo, tal vez en realidad un reto verdaderamente difícil para quien no tenga costumbre de jugar con las letras, pero que sigo pensando que vale la pena superar para absorber la cruel belleza de esta novela.

Que casi toda la acción suceda en un manicomio, no parece que sea algo gratuito, sino un escenario buscado para explicar una situación que lo convierte todo en un auténtico manicomio, en el que no hay ni médicos ni visitantes sanos, puesto que todos acaban igual de locos: irascibles y peligrosos unos, más tranquilos otros.

Puede parecer también curiosa la idea de una ceguera blanca, pues siempre suponemos que no ver es equivalente a verlo todo negro, y tal vez con ello nos quiera indicar Saramago que no es la ceguera normal, de los ojos, sino una más profunda, del alma o del espíritu, la ceguera que no nos deja ver lo que tenemos delante, que nos aísla de los demás y nos encierra en nosotros mismos.

Creo, sinceramente, que es un libro que hay que leer, aunque duela.

M.J.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres la mejor tia me has convencido para leer el libro,tu cronica sobre el es muy buena, creo que habra convencido a mas de uno.Pero eso si lo dejare para mas adelante porque dentro de unos dias me voy a Oporto con unos amigos pero te prometo que lo leere.
Sigue escribiendo que es lo tuyo.
M.S.R.

Anónimo dijo...

Coincidocon María José: estamos ante una lectura imprescindible. Dura y cruel como la vida misma. Pero también tierna y humana en el mejor sentido de la palabra. La exposición de María José fue muy clarificadora: se detuvo en todas las esquinas de una libro no siempre cómodo de leer.

Anónimo dijo...

MªJosé ha resuelto (como escritora que es) con facilidad la explicación de este dificil libro, donde los personajes no tienen nombre.
Este libro hay que leerlo poque es diferente.
La ceguera blanca es horrible, pero creo que lo que los hace tan inhumanos es el miedo, el hambre y la suciedad.
PB.

Marijose dijo...

¡Qué bueno es tener amigas! Aunque una haga una patata de presentación, las amigas añaden la salsa brava para convertirlo en algo delicioso... ¡gracias, chicas!
M.J.

Anónimo dijo...

Estupenda presentación, pero yo por el momento con ana vez y media tengo suficiente, ya veré más adelante si me vuelvo a enfangar.
Pero tú sigue, que una escritora no se hace en dos días.
P.H.Y.

Anónimo dijo...

Que pena perderme la presentación de Mª José, las has convencido, vales mucho de no ser así creo que imposible. Yo tuve que dejarmelo hace unos años pues me sentia tan mal que me pregunté si valia la pena. Ojala lo hubiera empezado después de oirte a ti, no te prometo que lo intente de nuevo. Enhorabuena
c.l.f.

Anónimo dijo...

Yo juego con ventaja, a mi personalmente me habias hablado sobre el libro, que bien lo definiste, dejandote algunos detalles desagradables y dandole más peso a la sensibilidad, no es un libro que creo que lea, pero he disfrutado mucho con tu exposición y el enfoque que le has dado.
LOLA