martes, 17 de mayo de 2011

Crónica de "El tiempo entre costuras"

Carmen Laborda ha sido la presentadora de esta novela de amor y espionaje, y ha comenzado mostrándonos las similitudes entre ella misma y la protagonista, cierto paralelismo lineal en sus respectivas edades, lo que nos ha hecho mirar a Sira con el reflejo de una incipiente ternura.



Como el libro es largo y con mucho que decir, solo ha podido darnos detalles de una parte, hablándonos del ímpetu con que la protagonista deja a su primer y más soso amor para caer en los brazos de otro más guapo e impetuoso, que finalmente la dará la patada y la dejará endeudada y abandonada. Al parecer comienza entonces la segunda parte, la del espionaje, pero nos hemos quedado con la protagonista disfrazada de mora, cubierta por fuera con tela, y rellena por dentro de un arsenal de armas con las que piensa traficar... ¿qué pasará a partir de ese momento? quien quiera saberlo, tendrá que leer el libro, o preguntar a Carmen cómo continúa y termina.



Una opinión contraria ha mencionado la imposibilidad de que tantas casualidades seguidas se puedan dar en una sola vida, y por consiguiente ha cuestionado la credibilidad de la novela, pero una vez más me gustaría reivindicar la total libertad que el hecho de que sea ficción da a la obra, no tiene por qué estar atada a nada, puede volar con las alas de la imaginación, y a pesar de todo, y aunque no he leído el libro en cuestión, también creo que muchas veces los cúmulos de casualidades existen en la vida real, hasta llegar a parecer más ficticia que la más imaginativa de las novelas.



M.J.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que la obra no tiene por qué estar atada a nada.A veces la realidad de la vida sobrepasa la ficción.
P.H.

Anónimo dijo...

Carmen ha hecho un relato magnífico. Al identificarse con la protagonista, nos la ha hecho más cercana. La historia más de misterio y espionaje queda para el lector curioso.

Opino como P.H. la obra literaria no le debe servidumbre a la vida.

Besets Carme.

Anónimo dijo...

¿Porque no puede tener una persona una serie de circustancias que le ayuden a rehacer su vida?
¿No los ha tenido, no solo ella, muchas persnas en la vida real, que se le juntan desgracias una detras de otra? o ¿Parece que el viento ha cambiado y empieza a ver claros en el cielo?
Tambien es verdad que la disponibilidad de cada uno favorece,a salir del fango o seguir en él.